Todos te dicen que debes emprender en algo que te apasiones, pero nadie te dice cómo rentabilizar esa pasión….Hasta ahora!
Partimos de la base que ya descubriste cuál es tu pasión, eso que te hace brillar los ojos y te emociona cada vez que hablas, piensas o trabajas en ello. Que te provoca un estado de enamoramiento y encantamiento con tu idea de negocio o emprendimiento.
¿Por qué es importante estar enamorada de tu idea?
La razón por la cual estar enamorada de tu emprendimiento es importante se basa en una frase que usualmente decimos a nuestros hijos y que le da ese toque mágico a todo lo que hacemos.
“Mamá, qué rica te quedó la comida”…. Gracias hij@, le puse mi ingrediente secreto: ¡amor!
“Mamá, qué lindo ese dibujo”…. Lo hice con todo mi amor para ti!
Así es, todo lo que hacemos con amor, tiene un mayor impacto en la vida de otras personas. Y como imagino que con tu emprendimiento quieras ayudar a muchas personas, entonces debes hacerlo con…..AMOR
Ahora que tenemos el “ingrediente secreto”, vamos a enfocarnos entonces en convertir esta idea de negocio, que te apasiona, en una empresa.
Paso 1: Detección del problema, necesidad o frustración de un grupo de personas.
Según T. Harv Eker: “Un empresario/a es la persona que soluciona problemas a las personas obteniendo por ello una ganancia”.
Por lo tanto nuestra primera misión es ver qué problemas pueden estar enfrentando otras personas, que nosotros a través de nuestra pasión, podemos ayudarles a resolver.
¿Cómo detectamos los problemas o necesidades de otros?
No imaginarás lo fácil que es, pues la base radica en tres actividades que hacemos a diario, pero que no le damos la importancia que tienen:
Observar, conversar y escuchar.
Así es, en la interacción con las otras personas está la solución. Cuando vemos a un amigo trite y queremos ayudarle, ¿qué hacemos? Le preguntamos qué le pasa, le escuchamos su problema y le ayudamos a solucionarlo ¿Cierto? Pues la misma estrategia es en el mundo de los negocios.
Sal a la calle con actitud observadora, detecta situaciones donde las personas se quejen o les genere malestar, acércate a esas personas y pregúntales por qué se sienten incómodos en esa situación, escucha todos sus argumentos y para finalizar pregúntales cómo creen ellos que se podría solucionar esta situación.
¡Listo!, ahí tienes tu primer problema a solucionar.
Paso 2: Concretizar tu pasión
Ahora hay que hacer tangible el servicio o producto que queremos desarrollar. Es decir bajar esa idea abstracta en forma de ensueño a algo concreto. Y cuando digo concreto siempre concéntrate en estos puntos, así podrás hacer el check list sobre la claridad de tu idea de negocio:
Puedes describir tu idea a otra persona y la entiende.
Puedes hacer una maqueta, dibujo o planificación sobre tu idea.
Visualizas a personas comprando tu idea (servicio o producto).
Ves este servicio o producto en vitrina (ya sea en local, tienda online u otros canales de ventas.
Por ejemplo, Soy madre, empresaria y siempre emprendedora desde hace 10 años, que han sido los más desafiantes de mi vida. Conozco a varias mujeres, también madres y empresarias, a quienes les hubiera gustado que este proceso hubiera sido un poquito más fácil. ¿Cuál es el problema entonces? Que las mujeres madres y empresarias debemos enfrentar varios desafíos asociados a:
La maternidad
La crianza
El emprendimiento
Los desafíos propios de una misma como mujer
Y muchas veces no tenemos el tiempo, energía o herramientas para abordar estos desafíos. He aquí un problema. (Paso 1 abordado).
De ahí nace mi pasión que es ayudar a madres emprendedoras en el proceso de ser madres – emprender y no desfallecer en el intento. Por ello he lanzado este blog y el podcast Madres Emprendedoras, a través de los cuales (Info productos Blog y Podcast), poder alivianar, lo más que se pueda, el proceso de las madres emprendedoras. (Paso 2 abordado).
El paso 3 es Monetizar tu emprendimiento, generar ganancias por la venta de tu idea convertida en un producto o servicio.
En este punto debes enfocarte en dos variables:
¿Quiénes son las personas que comprarían tu producto o servicio?
¿Dónde compran las personas a las que estás dirigiendo tu oferta?
Estas variables van tomadas de la mano y no puedes si no considerarlas integradamente.
Por ejemplo. Si vas a vender artículos de decoración de piezas de bebés, a madres de un rango etáreo entre 25 y 30 años, que tienen hijos menores de dos años, activas en las redes sociales, y estos productos los venderás directamente a tu clienta, entonces un buen canal de ventas podría ser una tienda en Facebook.
Si tu propuesta son productos como material didáctico para colegios, ya el grupo de Facebook no se ajusta mucho, entonces mejor probar: Una página web, con vendedor/a en terreno que vaya a los colegios presentando estos materiales con un buen catálogo, dejando productos de muestras para que sean incluidos en las compras anuales de estos establecimientos.
Siguiendo estos tres simples pasos podrás generar ingresos de esa idea que parecía tan fugaz como un amor de verano ☺
Así es que, si tienes una idea que te enamora, que ayuda a otras personas a solucionar un problema, que logras contar con total claridad y venderla, entonces, ¡Ya Eres Emprendedora!
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